El extraño hombre se subió
al taxi, y le pidió al chofer que lo llevara lo más rápido posible al
cementerio. - Más rápido por favor... si quiere cobrar este viaje.
El taxista se quedó helado
pero siguió manejando hasta que llegó a destino. Fenó el coché, y como para
salir de la tensión le comentó al pasajero: - Ya está amaneciendo, hoy va a ser
un hermoso día...! Pero cuando se dió vuelta para cobrarle, el hombre había
desaparecido, y lo que no entendía era como se había metido en el auto ese
bicho parecido a un vampiro...
jabm
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